Efraín Olivares, Tecleño de corazón, aunque su vida como
ciclista fue corta, su verdadera vocación la descubrió en su amada santa tecla,
donde por décadas apoyo y acompaño a los pedalistas nacionales, su dedicación a
las nuevas generaciones del pedal cuzcatleco por los años 60 y 70, con los
equipos Lincoln y Pilsener, tecleños mismo color del Lincoln, le otorgo el título de entrenador nacional.
Entre sus grandes logros fue formar a Julio Patricio Merino ganador de la Vuelta a El Salvador en 1968, Merino murió atropellado trágicamente en una de las calles de Santa Tecla. Otro de los grandes referentes de la época fueron Roberto García, Francisco Funes y el caso especial de Guayo Centeno, quien lideraba la Vuelta a Costa Rica y por una fuerte caída perdió el liderato y la vuelta, su entrenador Efraín Olivares lloró por la gravedad de la lesión y la triste situación del malo gardo pedalista.
Fue seleccionador nacional en varios eventos deportivos de gran renombre, como los Juegos deportivos Centroamericanos, Centroamericanos y del Caribe de la década de los setenta. Fue entrenador de la cuarteta Pilsener durante las Vueltas ciclistas desarrolladas por don Enrique Álvarez. Dirigió la selección nacional que nos representó en la segunda Vuelta a Costa Rica con la plantilla integrada por Arnulfo Miranda, Julio Patricio Merino, Eduardo Centeno y Arnulfo Hernández.
Lamentablemente para el ciclismo tecleño y cuzcatleco, el pasado
martes 18 de febrero Efraín Olivares falleció, su cuerpo fue trasladado al
cementerio general de Santa Tecla, donde se le dio cristiana sepultura, y descansa
en paz, junto a otros grandes del pedal que también allí reposan como los son Edgar
Smith, Julio Patricio Merino y Don Carlos Rosales, quienes han escrito gran
parte de la historia de nuestro deporte.
Prensa FSC
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