Su nombre ha comenzado a sonar en los corridos del ciclismo
salvadoreño, su trabajo casi anónimo y su dedicación, por fin le han dado a Ramón
Mendoza un triunfo en la III fecha de la Copa Thule. Un triunfo que nos hizo
sentir bien, por el equipo de Lourdes que comienza a dar frutos, y lo mejor de
todo en las categorías de iniciación, en las fuerzas básicas.
A pesar que Ramón
Mendoza fue segundo en la I fecha,
su registro no fue modificado.
su registro no fue modificado.
Pero no todo ha sido a favor del corredor, un imperdonable error
en el conteo final de la primera fecha de dicha copa, margino prácticamente al ciclista
de las Tortas Bike´s del primer lugar. Muchas fueron las protestas y
solicitudes de revisión de su caso, y nadie soluciono el resultado.
Ramón
Mendoza entrenando montaña.
Pero fiel a su inquebrantable espíritu deportivo, Ramón
Mendoza demostró una vez más su nivel, al agenciarse el segundo puesto en la II
fecha de la Copa Thule, al arribar a 02 minutos 58 segundos del santaneco Rubén
Galán, el nuevo líder de la categoría, al perder Elías León el ganador de la
primera fecha, más de 4 minutos con respecto al tiempo del nuevo líder.
Llegó la tercera y última fecha de la Copa THULE, a donde
una vez más Ramón Mendoza nos demostró su valentía y coraje, al finalizar por
delante de su único rival en la categoría sub 23, ya que al abandonar el
circuito de la ciclo vía el hasta entonces líder Rubén Galán, esta situación de
carrera le daba el triunfó al corredor
panadero en la fecha y en la clasificación general.
Lo más triste del día, fueron los largos minutos de espera y el bochornoso
resultado final, que colocaron a Ramón Mendoza en la segunda casilla del podio, mereciendo
el umbral del mismo, aclarando que el ciclista galardonado con el primer
puesto, no es culpable, ya que no es ni juez ni parte en este resultado.
Pero más campeón fue Ramón Mendoza, al aceptar con humildad
y dolor el error de otro, y subir al podio y recibir su medalla de ganador de etapa, la primera en su carrera deportiva, que significa más
que sangre, sudor, lágrimas, sacrifico, amistad, entrega, etc. Y por ello, sobreponiéndose
a la cadena de errores humanos, y a todos
aquellos que le hicieron el camino cuesta arriba, Ramón Mendoza es un indiscutible
y verdadero campeón del honor. Aclaro que si a mí, me hubieran hecho eso en mis
tiempo de corredor… ¡Arde Troya!
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