Desde el Pelotón: La historia de Francisco “El Pato” Funes, ganador de la IV Vuelta a El Salvador.

Francisco “El Pato” Funes, fue un héroe del pueblo.

El Ciclista salvadoreño Francisco “Pato” Funes, es un campeón múltiple  y  uno de los pocos salvadoreños que tiene el merito de haber ganado la Vuelta Ciclista a El Salvador. Conozcamos un poco de su historia y de su trayectoria.

Atentamente Francisco “Pato” Funes, nos abre las puertas de su almacén Mundo Tex, ubicado en pleno centro de la ciudad de San Salvador.

Su relato comienza  remontándose al  pasado. “Fue por un tío, quien me dono una bicicleta allá por el año de 1967, cuando  comencé como novatos y me empecé a enrolar en el club San Jacinto, nos cuenta con cierta nostalgia en sus ojos. “Salíamos a entrenar a Los Planes, aquí por Aguilares de ahí pase a las manos del entrenador Roberto Rico, con el equipo Estadio Centro Deportivo”.

Francisco “El Pato” Funes, celebra su triunfo con la afición cuzcatleca.

Al preguntarle sobre su victoria en 1973, de la IV edición de la Vuelta Ciclista a El Salvador, nos dice. “Eran seis etapas…  creo yo, había venido toda Centroamérica, y no sé si el liderato lo agarre en una doble a Ilobasco que salía del reloj de flores y terminaba allá en la Adoc donde era antes”.

Francisco “El Pato” Funes, cierra con fuerza en el sprint final.

Al hacer memoria sobre el recorrido de la IV Vuelta Ciclista nos dice “Hubo una doble a Chalatenango que terminaba en embotelladora “La Cascada”, las otras eran  San  Salvador, San Miguel, circuito en San Miguel, al día siguiente era el retorno a San Salvador, siempre en agosto”.

"Toda esa tradición se perdió, porque perdieron el ritmo pues, porque antes en agosto la gente ya esperaba la Vuelta Ciclista. Yo gane la cuarta, pero más antes (en 1968) ya había corrido la tercera Vuelta la que ganó Patricio Merino, recuerda.  “Creo que van veintiocho o treinta  ediciones de la vueltas (veintiséis le corrijo),  de las cuales nosotros solo hemos ganado unas pocas. El primer salvadoreño en ganar la vuelta fue Patricio Merino  en 1968, de ahí la gane yo en 1973, me siguió Roberto López en 1979, luego la ganó Rafael Chávez en 1983, después Julio Morales la ganó en 1986, Jorge Landaverde en 1987, entre otros”, culmina su relato.

Al preguntarle ¿en qué momento se retira usted?, me contesta. “es una buena pregunta porque casi nadie me la ha hecho”, “me retire casualmente viniendo de una vuelta a Costa Rica entre el 78´ y el 79´, porque de allí ya andaba en las ultimas y luego tenía un viaje a México donde iba a pasar un año, luego nacieron mis hijos,  y decidí que me iba a dedicar al negocio.

A preguntarle ¿Cómo ve el ciclismo de ahora?,  nos dice “yo lo único que veo que al ciclista salvadoreño le falta fondo”, “aquí vino un entrenador colombiano de apellido Bermúdez, yo ya estaba terminando mi ciclo, y él me decía, Mira "Pacho", si yo vengo antes aquí, yo me paseo con vos por toda América y Europa, tenía todo lo de un pedalista”, nos dijo.

Emocionado nos complementa su respuesta así, “entrenábamos 120 a 140 kilómetros diarios, hoy en día ,si tú ves una prueba de 130 kilómetros aquí, 100 kilómetros van “empelotonados”, en los otros 30 ya nos comenzamos a desgranar.

Francisco Funes a la derecha.

“Y hoy en día, si yo hubiera tenido todas esas ayuda que les dan hoy,  estudios, becas, campamentos, bicicleta, ¡nombre! si yo mi bicicleta me la ganaba cuando ganaba un campeonato o una vuelta, Estadio Centro Deportivo me daba una buena bicicleta”, dice con toda autoridad y muy tajantemente. 

“A los jóvenes le digo, no se descuiden de su profesión y de lo que están estudiando, si les gusta bueno... Se puede llevar las dos cosas, porque hay algunos que estudian y trabajan, pero ya el rendimiento no  es lo mismo. Hay una palabra muy verídica, un deportista tiene que ser “vago”, para dedicarse de lleno a lo que es, pero si no me da nada…” si quieren llegar a sobresalir debe de cuidarse y un entrenamiento adecuado.

Fue bautizado como el “Patos Funes”,  por el periodista Carlos Mangandi del Diario Latino, durante una carrera, cuando debido al calor extremo, Francisco Funes  se refresco repetidamente con abundante  agua de sus pachones sobre su cabeza.