Uno de los proyectos mas ambicioso de la Federación Salvadoreña de Ciclismo es el nuevo plan de ciclo vías, trazado a partir de la llegada del técnico español José Luis Algarra quien ha propuesto un plan ordenado de masificación y desarrollo total a nuestro ciclismo, algo que no se había visto nunca en nuestro deporte del pedal. Los primeros esfuerzos realizados son la diseminación gradual de escuelas de ciclismo y ampliar el número de ciclo vías en todos los departamentos de nuestro país.
La
popular y transitada Calle Arce, fue la
primera en abrir puertas en pleno centro de la ciudad de San Salvador a una Ciclovía, asi mismo la
escuela de ciclismo de Santa Ana, acuerpadas por el eterno "gladiador" de este deporte
Mario Contreras abrió otra ciclo vía en la ciudad morena, esta vez en la Urbanización
Jardines de Tecana.
Y así sucesivamente se comenzaron abrir escuelas de
ciclismo, hace un mes aproximadamente, le llegó la oportunidad a la zona de Merliot y sus alrededores, los sábados por
la mañana se abrió una nueva escuela de ciclismo en la denominada “Ciclo Ruta”,
aledaña a la autopista Monseñor Romero. Ante el
entusiasmo de padres y niños, la nueva alternativa ciclista atrajo a una docena
de chicos de distintas edades, atrevidos niños y esmeradas niñas, ocupan el
sagrado asfalto de esa ciclo ruta, para
desarrollar sus ejercicios de Gymkana, carrera con obstáculos y toma de
tiempos en porciones reducidas de 300 metros, para finalizar con gimnasia,
rutinas de “vuelta a la calma” o des
- calentamiento, etc.
Lastimosamente,
toda aquella algarabía, alegría, entusiasmo y entrega, a veces se ve empañada por
la presencia de algunos perros con sus amos, que peligrosamente invaden de forma prepotente, sin importarle
los carriles asignados a los niños, para que estos realicen sus rutinas básicas
de desarrollo. ¡Mucho Cuidado!, perros y ciclismo es una mezcla peligrosa, una relación
que no va, ya que por la misma naturaleza humana y animal, los perros
significan un peligroso obstáculo en la ruta para cualquier ciclista sea
este amateur o profesional, los mismo sucede en la montaña o el parque, ya no digamos a un niño que está aprendiendo.
Semanas atras, vi escalofriantemente imágenes, https://www.youtube.com/watch?v=InQSQhPsA1M, de como un
niño era atacado por un perro en la entrada de su casa, cuando este paseaba en
su pequeña bicicleta, gracias a la intervención divina, una “gata” logró salvar al niño
del ataque violento que daño gran parte de su pierna, de no ser por la “gata”,
a esta hora podríamos haber tenido una tragedia, algo que quiero evitar. Les aclaro,
No tengo nada en contra de las mascotas, yo tengo un perro.
Es difícil ver, al personal de la FSC en ocasiones, sin elementos legales para
poder pedir orden en la zona, y lidiar amablemente
con aquellos malos vecinos que llevan a sus perros a “pasear” a la mencionada “Ciclo
Ruta”, que entiendo fue asignada al
ciclismo en aquella ceremonia de la “Bicicleta Blanca”, en memoria de Eduardo
Belloso (QDDG), muchos de los dueños
reaccionan molestos ante la solicitud, y por carecer de una ordenanza o una ley
que prohíba esto, la situación no va a cambiar, salvo que un día, un perro bote
o muerda un niño, y entonces ahí si vamos a reaccionar todos y vamos a
criticar, así como somos los salvadoreños, todo hasta el final.
Sugiero, por el amor que le tengo a los perros, que se habilite un “canódromo”, en la zona donde
inicia la ciclo ruta, allí los dueños de los perros y sus mascotas podrían tener
su espacio y suficiente zona verde para “pasear” a sus perros, que hagan sus
necesidades, y que el amo ó dueño se esmere en limpiar los desechos de sus
mascotas. Porque fácil es dejar un rastro de porquería, y que los perros
ensucien la Ciclo Ruta y nadie les dice nada, pero cuando en ocasiones es
nuestra responsabilidad no la aceptamos y nos hacemos los del “ojo pacho”.
Hago el
llamado al ministro de Obras Publica, a las alcaldías de Antiguo Cuscatlán y
Santa Tecla, para que dicten reglas, ordenanzas o una ley que mande, permita o prohíba,
la presencia de perros y sus dueños en la "Ciclo Ruta", la cual aun podemos
rescatar. No caigamos en el mismo error de la Ciclovía del bulevar Constitución, que
se perdió entre perros, ventas, cuartos de milla, tarimas de baile, etc., convirtiéndola
en una verdadera “Chucho-Vía”.
Tienen la
palabra señor ministro y señor alcalde, antes que un perro muerda o bote a un
niño y el problema sea mayor, porque entonces nos preguntaremos… ¿Donde pedalearan los niños?
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