lunes, 22 de abril de 2013

Desde El Pelotón: Los niños corazones de hierro

El primer registro se da en el campeonato estudiantil de ciclismo, celebrado el miércoles 31 de octubre de 2012, en la pista atlética del estadio España de Soyapango.  Esa mañana apuradamente después del respectivo viaje desde su natal Santa Ana, y tras un ligero  retraso,  Ismael Zepeda  del centro escolar Florinda González lograba un merecido segundo lugar a nivel nacional en la prueba de los 13 a los 14 años.
 
Su cultor Mario Contreras, nos cuenta de primera mano. Que fue a través de una solicitud enviada a la directora del centro escolar Florinda González, en la colonia El Mora de Santa Ana, en la que pedían material humano para conformar la escuela de ciclismo santaneca, para bien de nuestro deporte, la directora envió a diez estudiantes de los cuales se quedaron dos;  Ismael Zepeda y Moisés Chacón ambos campeones estudiantiles 2012.
A pesar de las necesidades y bajo el lema, “Con lo poco que tenemos, algo bueno vamos hacer”, la escuelita santaneca siguió viento en popa a toda vela su trabajo tesonero y constante. Hubo sacrificio y necesidades, pero el esmero de los chicos pudo mas que las trabas que el destino ponía ante ellos. Pasó el tiempo y llegó el año 2013.
El domingo 14 de abril, los corredores de la escuela de ciclismo santaneca  finalmente formaron filas con sus bicicletas modestas (hierrones), Ismael Zepeda, David Guzmán, Luis González y Moisés Chacón. Al final de la jornada, vimos a un Ismael Zepeda en lomas alto del podio, su compañero de escuela David Guzmán fue tercero, después de una gran carrera por parte de los corredores novatos.

Llego el domingo 21 de abril. Luego de superar indefinidos problemas, entre ellos el  del traslado a la prueba, los chicos llegaron al velódromo nacional y se inscribieron. Inicia la segunda fecha, tras un paso controlado desde el velódromo al Cristo de la Paz, la prueba dio inicio oficialmente, las categorías elite, sub 23 y sub 18 fueron los primeros en partir, luego el segundo  grupo formado por las categorías  Máster A y B, y femenino. Y un tercer grupo con los ciclistas Máster C, Novatos y cadetes, por cierto el más numeroso.
Por motivos personales, decidí irme con el último grupo, aclaro que antes de periodista soy aficionado,  y esta vez  en busca de la mejor historia, me entregue con mucha atención al grupo, donde viajaban los novatos, Máster C y Cadetes. Superada la cuesta de la 10 de octubre, los corredores bajaron  en grupo compacto velozmente hasta el desvío del aeropuerto – Rancho Pato Canales, para luego emprender,  vía calle vieja, el ascenso a Santiago Texacuangos.
Allí empezó la lucha, allí empezó la batalla entre los novatos. Uno a uno el grupo se empezó a desgranar, antes del túnel, únicamente seis corredores se mantenían en cabeza de carrera, entre ellos los santanecos Ismael Zepeda y David Guzmán.  La ciudad de Olocuilta vio los cambios de ritmos y los ataques incesantes. En el ambiente sonaban las cadenas y los piñones, tal y como en las grandes carreras ciclistas, los chicos nos deleitaron con una gran etapa, como los grandes, sin guardarse nada, y agotando reservas, los noveles corredores se lanzaron a la conquista de la montaña.
La prueba llegaba a su fin, arribamos al último kilometro, el capitalino Andrés Avilés  lanza un fuerte ataque, el grupo reacciona al ataque, de pronto tras una curva aparece la meta, los corredores se lanzan a la cacería final, dramáticamente a  David Guzmán  se le desprende el zapato de la plaqueta y pierde toda oportunidad de embalar, mientras Ismael Zepeda se para sobre sus pedales y lucha a fondo por el título,  e imprime la suficiente fuerza para agenciarse la etapa venciendo en la línea de sentencia a Manuel Aguilar quien fue segundo y Andrés Avilés quien se quedó con la tercera plaza.
Esta nota, que hoy escribo,  no fuera tan importante para mí, si mis ojos y mis sentidos, no hubieran sido fieles testigos del tremendo esfuerzo  que los chicos antes mencionados hacen, quienes a bordo de humildes bicicletas de hierro, aun con cambios de palanca y clip´s en los pedales, logran darnos un espectáculo digno de ver y aplaudir, y no solo de eso, digno de seguir, porque de algo SI estoy seguro, que la próxima fecha, me voy con los novatos, porque allí, (sin menospreciar el esfuerzo de todos mis amigos ciclistas), en esta categoría he visto lo que en muchos años no veía en una carrera de ciclismo nacional, “Emoción, pasión, amor al deporte y coraje”. ¡Cómo no emocionarnos!
Nota: tal vez alguien tenga un marcó colgado sin usar, o algún empresario con visión a futuro o una tienda de bicicletas, puedan patrocinar a estos chicos, no tengo la menor de las dudas, que ellos con un poco de apoyo, llegaran lejos y El Salvador se los agracera.

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